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Tecnologia ¿Cómo y en qué invertir mi dinero?
AI la gran aventura Podemos ver que todos seremos capaces de crear juntos, provocaremos el desarrollo de las capacidades humanas al máximo, el futuro comienza ahora.
Por: Hugo Villanueva
Junio 30, 2023

1.- La gran aventura
2.- Educación de hoy
3.- Revolución industrial
4.- La capacidad de asombro y la paradoja de la existencia
5.- En los negocios
6.- El marketing extremo

1.- IA: la gran aventura

Imaginemos un mundo donde el conocimiento matemático esté disponible para cualquier persona, la barrera inmensa que nos separa de Albert Einstein o de Stephen Hawking se derrumba con un lenguaje natural. Todas las barreras de la computación se caen cuando no es necesario acudir a un desarrollador de sistemas, quien pasó años estudiando lenguajes de cómputo incomprensibles para el resto del mundo, para realizar tareas automatizadas. Vivimos este momento mágico de la historia en el que todo el potencial humano se libera. Podemos ver que todos seremos capaces de crear juntos, provocaremos el desarrollo de las capacidades humanas al máximo, el futuro comienza hoy.

Cuando en 7 años estemos viviendo y tratando de entender cosas que hoy no podemos imaginar, les digo a mis hijos: recuerden que todo empezó el 23 del 3 del 23, el día que se popularizó la IA. Por supuesto que la IA ya existía y se trabajaba en casos prácticos desde hace 10 o 15 años; desde luego, la computación cambió el mundo desde los años 60, lo que quiero decir es que todo era un ensayo, pruebas de lo que iba a ser el mundo. 60 años, un punto con 8 ceros a la derecha del tiempo de la tierra, un suspiro en el tiempo que se considerará un solo instante en el futuro; dentro de 5 mil años, si existen humanos, se estudiará este tiempo como el momento que cambió el futuro. Para nosotros puede representar dos generaciones, en el futuro no representará casi nada.

Es interesante cómo estudiamos el pasado: cuando hablamos de las cruzadas, se nos olvida que fueron 300 años de historia, la Edad Media, las colonias, etc., fueron procesos inmensos que hoy resumimos en un párrafo para su estudio, y así será este momento, porque en realidad no va a importar, todos los detalles serán olvidados. Lo que sí será relevante es mirar hacia adelante, lo que sirva para combatir la muerte, conquistar el universo, en esto estará concentrada la humanidad o lo que quede de ella. Quizá y esto es mi teoría, la siguiente especie dominante se refiera a nosotros como ángeles creadores pero olvidados en su tiempo, el tiempo que estamos viviendo.

¿Seremos capaces de sobrevivirnos? Parece que no, en realidad sí. Por un lado, somos una maravilla de ingeniería biotécnica, también tenemos miles de limitaciones: necesitamos atmósfera para respirar, agua, alimentos, dormir, incluso hablar y descargar todas nuestras emociones o vivir con ellas. El universo es un lugar inhóspito para nosotros, carente de todos los requerimientos humanos para la existencia. Estamos atados a una tierra que nosotros mismos destruimos día con día, debemos salir de ella, conquistar las estrellas, pero con otras capacidades que los robots tienen y nosotros no. Ellos sí podrán salir de aquí, no tienen que respirar, se adaptarán a climas extremos. El futuro está en sus manos y las siguientes generaciones que ellos mismos creen, cada vez mejores a ellos mismos, desarrollarán la imaginación, la ambición y alcanzarán instintos autodestructivos como alguna vez la raza humana los tuvo y vuelvan a comenzar.

2.- IA en la Educación

En la educación estoy convencido de que enseñar a los niños del futuro inmediato a escribir a mano, física, química o, sobre todo, matemáticas, equivale a enseñarles a hacer fuego o cazar (futuro inmediato y pasado inmediato son periodos de un año). Es decir, no solo es inútil sino sin sentido. Por ejemplo, el mundo se mueve gracias a las matemáticas desarrolladas por mentes privilegiadas de personas que nacen uno en cada 100 millones. En la historia, solo ha habido un Newton, un Galileo, un Einstein. Solo una persona pensó en la física cuántica y otros muy pocos tratan de demostrarla. Solo una persona pudo desarrollar la teoría de cuerdas que propone que las partículas elementales subatómicas no son puntuales, sino minúsculas cuerdas vibrantes que podrían explicar el universo, pero abren infinitas posibilidades de muchas dimensiones y múltiples multiversos. La complejidad para seguir estas teorías se vuelve más que imposible sin la ayuda de la IA.

Dicen que las matemáticas son el lenguaje de Dios porque todo se puede explicar a través de ellas, y gracias a ellas y nuestra capacidad de razonamiento, somos capaces de entender el universo más allá del mundo observable, cosas imposibles de ver como la gravedad, el mundo cuántico y los agujeros negros del universo.

Sin embargo, la población en general no tiene acceso a ese conocimiento. Las matemáticas que usamos en la vida diaria son lo más simple. La IA nos acerca, nos permite construir modelos nuevos, creativos, dándonos acceso a todo el conocimiento nuevo con una interfaz simple: el lenguaje común. Cuando el problema no sea la elaboración o la demostración matemática para calcular una ruta astronómica, la velocidad de las galaxias, la pérdida de masa o la edad de las estrellas, la materia X del universo, la cuarta y más dimensiones, el tiempo, etc., construiremos nuevos y mejores modelos para entender el mundo que nos rodea. Evolucionaremos cada tarea común en un viaje extraordinario hacia el futuro, todos juntos, sin barreras de conocimiento, viajaremos más allá de la velocidad de la luz hacia la siguiente era de la humanidad.

Las escuelas deberán trabajar de cero para reinventar la enseñanza y su aplicación en el mundo del futuro. Trabajar con prompts de alto nivel, entender la lógica de las cosas, la ética, el bienestar común. Los estudiantes deberán aprender a usar el conocimiento acumulado para ir al siguiente nivel, entender los grandes problemas, los grandes retos, resolver los misterios del universo, la teoría del todo, conquistar el tiempo, el espacio y el más grande de todos los retos: conquistar la muerte. El salto cuántico que estamos dando es más grande que todos los avances y descubrimientos que la humanidad ha realizado desde la época de las cavernas al día de ayer.

3.- IA: la revolución Industrial

"La IA no es una revolución industrial más, es la gran revolución para la transformación del mundo."

Por Revolución Industrial entendemos un cambio profundo en la tecnología que afecta los procesos económicos, de comunicación y de producción, y se vuelve un parteaguas en el orden social, como lo fue en Inglaterra del siglo XVIII con la invención de la máquina, los barcos y los ferrocarriles de vapor, la máquina de hilar, etc. La siguiente gran revolución industrial se dio a finales del siglo XIX con el dominio de la electricidad y el desarrollo de motores. Se habla de una tercera revolución industrial al surgir la aviación y al incorporar todos los avances a nuestra vida cotidiana. Hoy pasamos a la cuarta revolución industrial a través de la informática, cuando se construye la automatización industrial y el imperio de las máquinas programadas. El uso de las computadoras cambió toda nuestra forma de producción y de comunicación, sí, pero desde nuestra nueva perspectiva de las cosas, toda esta era de la computación se ha estado preparando para llegar a este momento. Todo ha sido un gran ensayo, solo un prólogo para una gran novela. La gran revolución industrial empieza a partir de que la IA une a las máquinas con las personas y elimina las barreras de acceso al conocimiento humano para todos.

¿Riesgos? Sí, pero debemos asumirlos. Hoy asumimos riesgos al subirnos a un avión, pero sabemos que los beneficios son mayores al riesgo. Los beneficios enormes en un futuro cercano invitan y empujan a transitar ese camino. En ese futuro próximo, todo estará resuelto: la contaminación, la escasez del agua, los alimentos para una población creciente, el crimen, todo. Cambiaremos por completo la forma en que creíamos que funcionaba el mundo. Los cambios que veremos no serán necesariamente evolutivos, sino que serán cosas completamente distintas de las que podemos imaginar para resolver esos problemas que mencionamos. Esto es muy importante, no iremos por un camino que creíamos trazado, por ejemplo, hacer un celular cada vez más rápido o mejorar un auto, no, las soluciones a los problemas serán completamente nuevas y diferentes. No habrá un mejor celular, habrá un dispositivo distinto como unos anteojos que nos permitan ver y oír cualquier cosa en distintos idiomas y verlos y oírlos en nuestro lenguaje, o quizá sea un dispositivo flexible conectado a nuestro cerebro. En el sector alimenticio, no mejoraremos nuestros sistemas de matanza rápida y sin dolor a los animales, sino que haremos programas para imprimir alimentos, carne sin toxinas ni colesterol y sin problemas de abasto. El combustible que eliminará la contaminación será el agua. En finanzas, nuestro cuerpo será el dispositivo de acceso transaccional, nuestros datos biométricos servirán para interactuar con nuestro banco, nuestra casa, el auto, realizar compras, etc. La vida será más sencilla, pero será muy difícil salirse del esquema. Estaremos cada vez más atrapados en la realidad que los sistemas inteligentes decidan por nosotros.

La IA hace realidad todos los planes que sabíamos que iban a suceder, como la Big Data, el metaverso, la medicina personalizada, la impresión de órganos humanos, pasando por los niños sobre pedido genético, asistentes robots, segundas y terceras vidas virtuales, policías, abogados y jueces en IA que decidirán si alguien vive o muere en este nuevo mundo.

La IA es la herramienta que hacía falta para que todo esto sea una realidad y salga de la ciencia ficción. Aunque claro, la ciencia ficción siempre crece, se amplía porque hay algo que sigue siendo humano y creo que seguirá siéndolo. Algo que va más allá del lenguaje de las máquinas es la imaginación humana. Es ahí donde se gestarán los grandes cambios del futuro y donde siempre habrá nuevas fronteras que cruzar. La imaginación transita libremente entre el pasado y el futuro, no tiene espacio y puede salir de todo el universo. La imaginación es lo más extraño que tenemos y al mismo tiempo es lo que nos ancla a ser humanos.

4.- La capacidad de asombro y la paradoja de la existencia

Vi un video en YouTube que me gustó mucho y fue muy revelador. Decía que si pudiéramos traer a una persona del pasado, del año 1723, por ejemplo, a este momento y la soltáramos en el centro de una ciudad moderna, el shock mental y emocional sería tal que podría parar su corazón. Imaginemos que ve esa persona por primera vez esferas metálicas en movimiento sin caballos, aviones en el cielo, personas hablando y bailando en televisión, incluso ya muertas, comunicarse en tiempo real a cualquier parte del mundo con un aparato que cabe en nuestra mano. Sí, sería muy impactante. Creo que podemos entenderlo y estar de acuerdo en el punto. Ahora, si pudiéramos llevar a alguien de 1423 a 1723, sería emocionante sí, ver edificios altos, una sociedad más desarrollada, pero en general, las comunicaciones, la comida e incluso la economía no le causarían gran impacto como para asombrarse tanto como en el primer ejemplo. Si quisiéramos conseguir el mismo impacto que experimentó nuestro personaje de 1723, tendríamos que regresar en el tiempo 12 mil años. Y si continuáramos el mismo ejercicio, el siguiente brinco al pasado deberá ser de 100 mil años, y aquí está lo interesante: si el primer salto es de 100 mil años, el segundo de 12 mil, el tercero de 300, el siguiente será de 10 años y el siguiente de 3, y así seguirá hasta llegar a cosas incomprensibles para nosotros en cuestión de meses.

¿Esto supone el fin de la era humana? Pensemos una cosa: ¿quiénes somos en realidad? ¿De dónde venimos? Tenemos la teoría de la evolución, que es tan teoría como la creacionista. Somos una especie rara para este planeta, somos los únicos animales a los que los rayos del sol les hacen daño, como si nuestra piel fuera hecha para un sol más lejano. Somos una especie que camina, pero su espalda se comprime por la fuerza de la gravedad, como si estuviera diseñada para un planeta más chico. Nos hace daño comer hierba y cosas de la tierra directa, vivimos en guerra contra los virus y bacterias, y lo más impresionante: la inteligencia humana es desproporcionada en comparación con el competidor más cercano, como si no hubiéramos evolucionado al mismo tiempo o por el mismo camino. En cambio, el comportamiento de los animales en general es el mismo desde hace 200 millones de años. Entonces, ¿somos de aquí? ¿Es el humano una especie depredadora de animales y recursos naturales de este y otros planetas por los que ya hemos transitado?

¿Has pensado si nuestro ADN es un código de computación? Quédate con esto. Si alcanzamos la singularidad, es decir, cuando los robots sean mejores que los humanos en todos los sentidos, capacidades intelectuales, emocionales, artísticas y físicas, ellos crearán nuevos y mejores robots y podrían enviarlos en una nave a la siguiente galaxia a buscar un planeta con recursos para conquistar. Esos primeros robots enviados se encargarán de hacer la siguiente versión modificada y luego la siguiente versión, y así casi indefinidamente. Seguramente en la generación mil, esos robots tendrán pensamientos raros del origen de la vida: quién es el Dios que los creó a su imagen y semejanza en el origen, dónde está su alma y a dónde va cuando mueren, cuál es su propósito de existir. Tal vez esta historia ya ha sucedido infinidad de veces.

5.- IA en los Negocios

Cuando hablamos de negocios, la gente sigue siendo escéptica respecto a la penetración que la IA tendrá en cada lugar o rincón de las empresas. Generalmente se piensa que será solo para el desarrollo de software o el diseño de un producto o campañas publicitarias de un servicio. La verdad es que la IA llegó para quedarse y para existir en todas las actividades de la compañía, desde la más pequeña hasta la más grande. Absolutamente nada estará fuera de la organización y la organización misma existirá como concepto. Por ejemplo, con la IA diseñaremos los organigramas adecuados, plasmaremos el mejor esquema de acuerdo al tipo de negocio, la IA realizará el análisis y descripción de puestos, la determinación de salarios y, de acuerdo con esa descripción de puestos, realizará las políticas y procedimientos de cada actividad. La IA determinará la eficiencia y duplicidad de puestos, quizá elimine departamentos enteros para obtener una maximización de los recursos, y cuando algo cambie, con solo mover un cuadro en el organigrama, se modificará toda la documentación relacionada en los procedimientos. Esto ahorrará miles de horas hombre. Hoy en todas las empresas, cuando se terminan de actualizar los manuales de procedimientos, hay que empezar de nuevo porque todo cambia constantemente. La IA elaborará la contabilidad, el análisis de inventarios y reportes financieros. También hará los programas de producción, los productos nuevos con todos sus diseños técnicos y toda la estrategia comercial con manuales de imagen, logos, redes sociales y la logística para poner en manos del consumidor cualquier producto o servicio que busque ofrecer la compañía. La IA no es ajena a nada, desde el registro de entrada de visitas, las agendas de trabajo personal, el control de viáticos de los empleados, el análisis de bonos y recompensas, todo, hasta llegar al objetivo final del empresario: superar el costo de capital ponderado, su WACC.

Creo que la IA será la herramienta que una a todos los departamentos de una empresa sin perder de vista el objetivo inicial y final de un negocio: la ganancia del empresario. Parece extraño que sujetarse a esta visión de ganar sea raro, y no lo es si solo habláramos de la teoría económica y financiera dentro de los libros de texto, pero en la vida real todo está sujeto al azar, a las circunstancias políticas, la oferta y demanda, la competencia, los flujos de efectivo, la inflación, la buena o mala gestión de recursos humanos, el contentillo y capacidad de los desarrolladores, etc. Y no quiero decir que eso no seguirá pasando, pero nunca hemos tenido un cerebro central que esté haciendo los ajustes correspondientes que se deben hacer ante las variaciones de cualquier parámetro sensible al negocio. Por ejemplo, si se mueve el dólar o la inflación, ¿cuánto es la afectación a un servicio nuestro? ¿Qué parte del negocio debemos mover? ¿Dónde nos debemos anticipar para que no nos alcance el futuro incierto? ¿Debemos subir precios o bajar costos? ¿En qué medida? Dónde y cuándo son decisiones que el empresario toma día a día con base en su experiencia. Eso hacemos los directores y el consejo de administración cada que nos reunimos a tomar decisiones financieras, políticas, de mercado o sobre el recurso humano. La IA estará haciendo esto todo el tiempo, en tiempo real y eso cambiará completamente las estructuras de costo y de ingreso. Se eliminarán negocios enteros o se crearán otros nuevos. En fin, todas las empresas hoy tienen cientos de empleados para decidir el futuro del negocio. No tendremos una super computadora que esté pensando en esto todo el tiempo y para cada actividad. Será un robot el que estará resolviendo las variables para el desarrollo de un nuevo proyecto, un contrato, la determinación de la mejor inversión de los recursos y el equilibrio de todos los datos con los que se cuenta en una empresa. Para ello, estará tomando decisiones sobre todos los aspectos de una organización, los cuales no son tangibles o medibles con datos duros, como la creatividad o la intuición. En realidad, el problema no será qué tan rápido implementaremos esto, el problema será cómo será nuestra vida, el consumo, nuestra supervivencia, nuestra cultura y hasta nuestra propia existencia después de la IA.

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